El índice adaptado de estrés del cuidador (CSI)

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Tabla de contenido
  1. el papel de los cuidadores informales
Palabras clave
  1. Burnout y cuidadoras
  2. Cuidadores informales
Cómo iniciar una experiencia de enseñanza atractiva y significativa sobre la demencia

“Nunca empiezo mi taller mencionando cuáles son los 10 primeros signos de demencia, ya que la mitad de los alumnos se irían inmediatamente.”
L.B.(Eslovenia), Educador de adultos sobre la enseñanza de la demencia en la comunidad


La importancia de la información y el conocimiento sobre la demencia en las comunidades se puede mostrar en varios ejemplos. Cuando le pregunta a la gente quién debería saber más sobre la demencia en la comunidad, su respuesta más común sería la policía, el oficial de correos, los vendedores de comida, los cafés, nuestros vecinos, etc. Aunque hay varias conferencias y talleres disponibles relacionados con la demencia, en su mayoría son realizados por profesionales de la salud o están dirigidos principalmente a proveedores de atención médica. Existe una mayor necesidad de que dicha educación esté disponible en entornos de aprendizaje informales en las comunidades (espacios comunitarios) y, lo que es más importante, debe ser impartida por educadores de adultos que comprendan la demencia más allá de la condición médica.

La enseñanza sobre la demencia no solo debe reservarse para las personas que viven con demencia, sus cuidadores y el personal médico, sino que debe extenderse a todas las extensiones laborales y cualquier disciplina relacionada. Si realmente queremos abordar el estigma y los prejuicios y crear comunidades inclusivas, una mayor alfabetización en salud tiene el poder de producir cambios en las comunidades.

“La educación debe extenderse a otros servicios locales, por lo que comúnmente pensamos que no tienen nada que ver con la demencia.”
L.B.(Eslovenia), Educador de adultos

Además, la enseñanza de la demencia no debe seguir una estructura preestablecida. Considerando los diferentes tipos de alumnos y sus necesidades, la enseñanza debe ser abierta, atractiva e inclusiva, con oportunidades para que los alumnos compartan su experiencia vivida sobre la demencia.

“Educo sobre la demencia en pequeños barrios comunitarios. Si vienen tres personas a mi taller, tenemos una discusión sencilla, pero si vienen 10 personas entonces preparo una estructura diferente… Me adapto a las necesidades de los alumnos. No todas las personas necesitan lo mismo.”
(L.B., educador de adultos)
Entonces, ¿cómo configurar su formación? Evite un enfoque teórico, centre su formación a partir de la experiencia vivida de sus alumnos. Hay herramientas que puede buscar como puntos de partida para los debates en grupo.

Aquí tiene un ejemplo si sus alumnos son cuidadores de personas con demencia:
¿Ha oído hablar del índice adaptado de estrés del cuidador (MCSI)?
Desarrollado por Advancing Care Excellence para pacientes y cuidadores de Alzheimer, es una de las estrategias de enseñanza de Alzheimer que los educadores de adultos pueden encontrar útiles. Es una herramienta útil que puede utilizar para la detección temprana del agotamiento entre los cuidadores que asisten a su taller. Es fácil de usar y consta de 13 preguntas, que se centran en los aspectos financieros, físicos, psicológicos, sociales y personales de la prestación de cuidados. Las preguntas se pueden preparar de forma interactiva y como puntos de partida para la discusión sobre el cuidado de la demencia.


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Cómo iniciar una experiencia de enseñanza atractiva y significativa sobre la demencia
“Nunca empiezo mi taller mencionando cuáles son los 10 primeros signos de demencia.”
L.B.(Eslovenia), Educador de adultos
Una mayor alfabetización en salud tiene el poder de producir cambios en las comunidades. Si le preguntas a las personas que deberían saber más sobre la demencia en la comunidad, dicen que la policía, el oficial de correos, los vendedores de comida, los cafés, nuestros vecinos, ¡todos!

La enseñanza sobre la demencia debe ocurrir en entornos de aprendizaje informales, en espacios comunitarios y debe ser realizada por educadores de adultos que tengan una comprensión de la demencia que vaya más allá del aspecto médico puro.

Como tenemos diferentes tipos de alumnos y necesidades, la enseñanza debe ser abierta, atractiva e inclusiva.

Educo sobre la demencia en pequeños barrios comunitarios. Si vienen tres personas a mi taller, tenemos una discusión simple, pero si vienen 10 personas entonces preparo una estructura diferente…”​
(L.B., educadora de adultos)

La enseñanza sobre la demencia no debe partir del conocimiento teórico. Debe provenir de la experiencia vivida de las personas con demencia y sus cuidadores. Hay herramientas que se pueden utilizar como puntos de partida para los debates en grupo.

Aquí hay un ejemplo si los alumnos son cuidadores de personas con demencia:
¿Ha oído hablar del índice adaptado de estrés del cuidador (MCSI)?
Es una herramienta fácil de usar para la detección temprana del agotamiento entre los cuidadores. Consta de 13 preguntas, que se centran en los aspectos financieros, físicos, psicológicos, sociales y personales de la atención a las personas con demencia.
 
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